
Estos inventos lo único que nos hace es ser más perezosos y fomentar la flojera de meter la mano en el bolsillo para buscar en vendito botón del volumen. Con Mimi Switch puedes guiñar un ojo y cambiar de canción, o sacar la lengua haciendo forma de barquito (si naciste con ese don, claro) y detener la música. Un auténtico milagro japonés.
¡Qué cosa dijo el Chavo...!
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