
Un dispositivo para teléfono celular que iba para algún interno de las penitenciarías El Barne o Cómbita, ubicadas en la capital boyacense, fue descubierta por efectivos de la Policía que se sorprendieron al descubrirla atada al lomo de una paloma mensajera.
El ave, que fue hallada posada en la rama de un árbol, también llevaba en sus patas dos anillos de colores que el destinatario identificaría cuando el animal arribara al lugar.
Esta novedosa técnica utilizada por los delincuentes busca evadir los controles de las autoridades y continuar cometiendo sus fechorías desde el interior de los centros carcelarios a través de llamadas extorsivas y coordinación telefónica de actividades al margen de la ley.
La paloma, que no pudo continuar su vuelo porque estaba empapada, fue descubierta por los uniformados que patrullaban los alrededores de los penales.
En estas penitenciarías están recluidos integrantes de bandas delincuenciales, guerrilleros, narcotraficantes y delincuentes de alta peligrosidad. Las palomas mensajeras también son utilizadas para transportar sustancias alucinógenas como bazuco, marihuana y cocaína, entre otros elementos.
El ave, que fue hallada posada en la rama de un árbol, también llevaba en sus patas dos anillos de colores que el destinatario identificaría cuando el animal arribara al lugar.
Esta novedosa técnica utilizada por los delincuentes busca evadir los controles de las autoridades y continuar cometiendo sus fechorías desde el interior de los centros carcelarios a través de llamadas extorsivas y coordinación telefónica de actividades al margen de la ley.
La paloma, que no pudo continuar su vuelo porque estaba empapada, fue descubierta por los uniformados que patrullaban los alrededores de los penales.
En estas penitenciarías están recluidos integrantes de bandas delincuenciales, guerrilleros, narcotraficantes y delincuentes de alta peligrosidad. Las palomas mensajeras también son utilizadas para transportar sustancias alucinógenas como bazuco, marihuana y cocaína, entre otros elementos.
Visto en: El Espectador
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Deja su opinión sobre este post