
El sacerdote Miguel Ángel Paredes tiene 39 años y 90 kilos de puro músculo, combina las misas en la iglesia de Paipa (Colombia) con el levantamiento de pesas y un estricto entrenamiento en el gimnasio. Además de las más de 10 horas semanales de ejercicio y piscina, tiene que comer siete veces al día platos con carnes, verduras y hortalizas, e ingerir suplementos alimenticios como el aceite de pescado, vitaminas, aminoácidos y cretina.
Este ser humano lucha todos los días contra un conflicto interno que lo agobia. El servidor de Dios tiene una pasión física que comparte con las leyes y los mandatos de su religión.
Como el mismo dice su cuerpo es un templo por tal razón lo cuida de la mejor manera..
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