El jurado destacó del presidente Barack Obama los "extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos" por lo tanto es merecedor del galardón. Sin embargo, la elección final fue toda una sorpresa: todas las apuestas apuntaban a la senadora colombiana Piedad Córdoba, mediadora con las Farc, o al primer ministro zimbabuense, Morgan Tsvangirai, artífice del Gobierno de unidad logrado tras meses de negociaciones con el dictador Robert Mugabe.La Academia Sueca considera también que "Obama ha creado un nuevo clima en la política internacional. La diplomacia multilateral ha recuperado un puesto prioritario, con énfasis en el papel que pueden desempeñar la ONU y otras instituciones internacionales".
Asimismo, el jurado opina que el presidente de EE UU ha dado paso a una nueva etapa en la que parece posible "un mundo libre de armas nucleares" liderado por una gran potencia que, por otro lado, "ahora juega un papel más constructivo para enfrentarse a los enormes desafíos del clima".
En la rueda de prensa ofrecida en la Casa Blanca tras conocer la noticia, el propio Obama declaró no ser merecedor del premio: "siento que no merezco estar en compañía de tantas figuras transformadoras que han sido honradas con este premio".
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