Ahora que vivimos en la era digital, el
desarrollo económico de los países depende principalmente de la producción y
comercialización de aparatos electrónicos, Linio te invita a descubrir qué desventajas
generan para la sociedad y el medio ambiente nuestros avances tecnológicos, que
contradictoriamente no se explotan en favor de un mundo sustentable.
La basura tecnológica o electrónica hace
referencia al conjunto de residuos peligrosos provenientes de computadoras,
teléfonos celulares, televisores, reproductores de música y en general de
cualquier dispositivo electrónico. Estos residuos contienen metales pesados y
sustancias químicas tóxicas que no es posible eliminar fácilmente del ambiente,
además, no existe un modo de reciclaje “seguro” para estos materiales.
La disminución en el costo de los artículos
tecnológicos ha hecho que adquirir uno nuevo resulte más práctico que
repararlo, además, los nuevos requerimientos, versiones, sistemas operativos y
software en general obligan a actualizar con mayor frecuencia nuestros gadgets
sin pensar en las repercusiones que esto conlleva.
En mayo de 2014 el portal Encuentro perteneciente al Ministerio de
Educación Argentina publicó un documental sobre los desechos tecnológicos,
donde identifica a los teléfonos celulares, los sistemas de computación y los dispositivos
de audio y video, en ese orden, como los tres rubros más vendidos. Hace
aproximadamente 30 años, la ventaja que brindaban los productos electrónicos
era la durabilidad, se compraba “un televisor para toda la vida”, actualmente
los aparatos son considerados “desechables”.
¿A dónde van
estos desechos tecnológicos cuando se apagan para siempre?
Cuando compramos un aparato electrónico
difícilmente pensamos en las piezas que lo hacen funcionar, incluso,
desconocemos la forma más apropiada para desecharlos y terminan mezclados con
la basura convencional en depósitos, rellenos sanitarios, barrancos o tiraderos
clandestinos; el mal manejo de estos
desechos generan un gran peligro para la salud y el medio ambiente.
La basura electrónica a menudo termina en países en vías de desarrollo
como China, India, Ghana entre otros del continente Africano, donde
personas de bajos recursos se dedican a la recolección de dichos dispositivos
para desmantelarlos con sus propias
manos, separar los componentes útiles y venderlos, el resto es quemado
generando una gran cantidad de gases tóxicos que afectan la salud de la gente
que vive alrededor.
El desarrollo de esta actividad es la única
forma de sustento para estas familias que ponen en riesgo su vida al entrar en
contacto directo con sustancias tóxicas que al mismo tiempo, contaminan la
tierra y el agua subterránea. Las personas dedicadas a este “reciclaje” tienen
una alarmante esperanza de vida de 25 años.
La ONU dio a conocer cifras de 2014 donde el continente americano
generó un total de 11.7 millones de toneladas de productos R.A.E.E. (Residuos
de Aparatos Eléctricos y Electrónicos) como también se les conoce. Los tres
países con la mayor generación de estos
residuos fueron EUA con 7.1 millones de Toneladas, Brasil con 1.4 millones de
toneladas y México con un millón de toneladas.
Los desafíos
De la misma forma exhortan a crear políticas
y programas de reciclaje para estos productos ya que representarían un gran
negocio pues “los desechos de ordenadores y móviles contienen metales
preciosos” (oro, plata, paladio, iridio, germanio y cobre).
La contaminación que generan los artículos electrónicos representa un enorme
riesgo de salud y la complejidad de su reciclaje demanda medidas especiales.
Cada uno podemos contribuir al no arrojar nuestra basura electrónica al resto
de los desechos sino entregarlos a centros de reciclaje especializados.
Fuentes:
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